miércoles, 7 de febrero de 2018

Como ADELGAZAR mas RÁPIDO

 El metabolismo es algo curioso: a todos nos suena pero, en realidad, pocos sabemos lo que significa. Se trata de un conjunto de procesos físicos y químicos que se dan en nuestras células, que convierten a los nutrientes en la energía necesaria para que el cuerpo cumpla con todas sus funciones vitales. Es decir que no solo utilizamos esa energía para movernos y pensar, sino también cuando estamos en reposo. Pero lo que más suele interesarnos es la parte en la que el metabolismo se vuelve fundamental a la hora de perder peso y ahí hacer que sea más o menos un proceso efectivo es fundamental.



Por ejemplo, alguien con un metabolismo más alto quema más calorías en reposo que alguien con un metabolismo más bajo y, por lo tanto, puede permitirse comer más alimentos, incluyendo comida basura, sin sufrir las mismas consecuencias que una persona de metabolismo lento. Pero un metabolismo rápido no es un privilegio reservado para unos pocos elegidos que tengan la suerte de nacer con él. Por suerte, se puede entrenar nuestro cuerpo para que metabolice mejor o mejor dicho: existen una serie de prácticas que son capaces de acelerar este proceso pero, eso sí, de una forma segura.




1. Lo primero, muévete más
La mayoría de las personas que van al gimnasio se pasan allí entre 45 y 60 minutos haciendo ejercicio. Esto está bien, pero si después nos pasamos el resto del día sentados delante del ordenador en el trabajo, en el metro y en el sofá, mal vamos. No es que tu entrenamiento no esté funcionando, pero podrías mejorar sus resultados si empiezas a levantarte de vez en cuando de la silla, si te bajas una parada antes para andar un poco hasta llegar a casa, si subes las escaleras andando, etc.

2. Apuesta por los alimentos integrales
Contienen una variedad de vitaminas, minerales y nutrientes que actúan como bujías metabólicas, que te dan la energía para levantarte y moverte. Esa es la teoría detrás de los regímenes cada vez más populares como la dieta Paleo, que evita los alimentos procesados a favor de la carne magra y verduras. Sin conservantes y otras cosas innecesarias, el cuerpo solo quemará aquello que le hace falta y que transforma en energía y eso se traduce en un metabolismo más rápido.

3. Come alimentos calóricos y carbohidratos
Las dietas bajas en carbohidratos o calorías totales pueden ser útiles para perder grasa corporal a corto plazo, pero con el tiempo el cuerpo se percata de que se le está restringiendo una fuente de energía y, como resultado, disminuye la producción de ciertas hormonas, lo que hace que queme menos calorías. Es parte del instinto de supervivencia de tu cuerpo; no quiere que te consumas. El problema es cuando finalmente vuelves a comer de forma normal, tu metabolismo aún estará ralentizado, haciendo que vuelvas a coger peso en lo que se conoce como el 'efecto rebote' de las dietas.

Para evitarlo, reduce de forma gradual los carbohidratos y las calorías, elige un día de la semana para 'hacer trampas' y apuesta el resto por una dieta equilibrada.

4. No pases hambre
Si eso de comer cada tres horas para no pasar hambre no estimula tu metabolismo, a lo mejor debes aumentar la cantidad de lo que estás comiendo. Si tu cuerpo siente que tiene hambre, tratará de reducir la velocidad del metabolismo. Por ello, prueba durante una o dos semanas a comer las calorías que necesitas todos los días para recuperar la velocidad metabólica perdida.

Eso sí, asegúrate de que esas calorías adicionales estén limpias, porque ingerir grandes cantidades de sodio, azúcar y grasa es contraproducente, incluso si tienes un metabolismo ligeramente más rápido.


5. Bebe más agua
La deshidratante crónica se ha asociado con un metabolismo lento. Intenta beber, por lo menos, ocho vasos de agua fresca al día. El agua que consumes en el café o el té también cuenta, pero asegúrate de consumir estos ocho vasos adicionales. Esto también te ayudará a tener una piel más bonita, sentirte con más energía y evitar los dolores de cabeza.


Como BLANQUEAR tus DIENTES de una manera RÁPIDA

Si fumas, tomas té, café, mate, refrescos o hace mucho que no visitas a tu odontólogo, puede que tus dientes necesiten acabar con ese aspecto amarillo poco atractivo que tienen. Sonríe abiertamente luego de aprender cómo blanquear lo dientes de forma natural.

Un típico error es cepillarse los dientes apenas terminamos de comer. Es cierto que eso impide que se formen las caries pero también hace que el esmalte no tenga tiempo de recuperar su dureza.




Recetas caseras para blanquear los dientes

  • Frota durante 45 segundos los dientes con el interior de una cáscara de naranja, la parte blanca entre la corteza y los gajos, llamada mesocarpio y que contiene sustancia para dejar tus dientes más blancos. Cepilla media hora después.
  • Comer a diario una rodaja de papaya o también una manzana. Estas frutas sirven para fortalecer las encías y a la vez dejar los dientes blancos.
  • Frota durante dos minutos tus dientes con el interior de una cáscara de plátano. Puedes realizar este procedimiento las veces que quieras cada día. Tiene ácido salicílico que ejerce un excelente poder blanqueador en el esmalte.
  • Mezcla media taza de levadura de cerveza y dos cucharaditas de sal hasta formar una pasta. Cepilla tus dientes con ella.

Consejos finales para tener los dientes más blancos

  • Mantén siempre la boca limpia
  • No te cepilles con fuerza
  • Utiliza hilo dental
  • Deja de fumar
  • Reduce el consumo de café, té o gaseosas
  • Usa un sorbete